La administración del presidente Donald Trump publicó un informe que marca un cambio importante en la postura del gobierno de Estados Unidos hacia la atención médica para menores transgénero.
En este documento, difundido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), se promueve el uso de la terapia conductual por encima de tratamientos médicos como bloqueadores hormonales o cirugías, medidas comúnmente incluidas en los estándares actuales de afirmación de género.
Este informe surge como respuesta a una orden ejecutiva firmada por Trump al inicio de su segundo mandato, que prohíbe el apoyo federal a las transiciones de género en menores de 19 años.
Aunque el Departamento de Salud aclaró que no se trata de una guía clínica ni de recomendaciones políticas, sí representa una postura oficial que busca distanciarse de los lineamientos avalados por organizaciones médicas como la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero.
El documento ha generado controversia, ya que afirma que se ha malinterpretado la terapia conductual al considerarla una forma de "terapia de conversión", la cual ha sido prohibida para menores en casi la mitad de los estados del país. Además, la administración ha señalado que los grupos médicos han favorecido tratamientos médicos sin suficiente base científica.
Sin embargo, asociaciones como la Academia de Psiquiatría Infantil y Adolescente han advertido que las terapias de conversión generan daño emocional severo, incluido el aumento en los pensamientos suicidas.
Uno de los efectos más visibles de esta política ha sido la cancelación de 215 subvenciones destinadas a la investigación y educación sobre atención de afirmación de género, con un valor total de 477 millones de dólares. Esta medida ha provocado que varios hospitales en el país suspendan estos servicios. Además, un juez federal ha bloqueado partes clave de la orden, especialmente aquellas relacionadas con la financiación educativa.
La mayoría de los estados gobernados por republicanos han adoptado medidas similares, restringiendo o prohibiendo la atención médica afirmativa para menores transgénero. Actualmente, la Corte Suprema analiza si estas leyes estatales son constitucionales, luego de escuchar argumentos en diciembre pasado.
El informe también refleja una estrategia más amplia del gobierno de Trump, que incluye políticas como la identificación obligatoria de género binario, la exclusión de personas trans del ejército y la prohibición de su participación en competencias deportivas femeninas. Incluso, se han emitido lineamientos para proteger a empleados que denuncien a médicos o instituciones que proporcionen esta atención.
Organizaciones médicas han reiterado que las identidades trans y no binarias son parte de la diversidad humana, y han exhortado a los gobiernos a no prohibir ni obstaculizar el acceso a la atención médica de afirmación de género.
Aunque el nuevo informe será sometido a revisión por pares, aún no se ha revelado quiénes participaron en su elaboración, bajo el argumento de "preservar la integridad del proceso".
