La "Cabalgata del Terror" es como muchos han denominado este hecho sin precedentes en la historia del estado de Colima, ocurrido el viernes 14 de febrero donde un ataque armado contra el hijo de la presidenta de Villa de Álvarez, Esther Gutiérrez, dejó como saldo un muerto y 14 heridos, entre ellos, tres menores de edad.
La víctima mortal es Ángel Mario Pérez, quien se desempeñaba como policía municipal de Villa de Álvarez y quien en ese momento estaba asignado como escolta del hijo de la funcionaria. Ángel Mario, celebró esa mañana con su esposa e hijos el día del amor y la amistad, para después cumplir con sus actividades laborales acudiendo a la cabalgata Femenil, en donde, según autoridades, perdió la vida al repeler los disparos del atentado ocurrido entre las avenidas J. Merced Cabrera y Pablo Silva García.
Entre los heridos se encuentra Diego Álvarez Alcántara de 5 años de edad, quien tuvo que ser trasladado este fin de semana del Instituto Mexicano del Seguro Social al Centro Médico de Occidente de Guadalajara para realizarle una cirugía para extraerle la bala que lo llevó a la pérdida de su ojo. Junto con el menor, fue trasladado su padre Argenis Álvarez, quien también resultó lesionado, aunque aparentemente no de gravedad.
Damián de 8 años de edad es otro de los menores lesionados, él participó activamente en las cabalgatas anteriores, y ese día estaba muy contento observando la cabalgata de mujeres, gustoso de vender aguas con su papá, según compartió su madre a través de redes sociales. De acuerdo con información recabada por Meganoticias, el menor se encuentra fuera de peligro y está siendo atendido en un hospital de Colima.
Por su parte, Yuleni Guadalupe de 12 años de edad, quien ese día disfrutaba del evento junto con sus familiares, recibió un rozón de bala en la espalda, quien se reporta estable.
Cabe señalar que el hecho violento ocurrió a plena luz del día y ante la presencia de miles de familias que se reunieron a disfrutar de este evento como parte de los Festejos Charrotarinos, a pesar de que en todo momento las autoridades presumían de la seguridad con la que se llevaba a cabo la festividad.
