El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este viernes una jornada de adiestramiento que se llevará a cabo este 13 de septiembre en 312 cuarteles y unidades militares del país, en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos por el despliegue naval en el mar Caribe
Según Maduro, estas maniobras buscan fortalecer la cohesión y preparación de combate de las fuerzas armadas, ante lo que considera un intento de Washington de propiciar un "cambio de régimen".
Maduro explicó que la jornada comenzará a las 9:00 hora local (13:00 GMT) y consistirá en el empleo de sistemas de armas, organización operativa y desarrollo de habilidades tácticas, incluyendo operaciones diurnas, nocturnas y de madrugada.
El líder chavista hizo un llamado tanto a hombres como a mujeres del pueblo a participar en esta fase avanzada de entrenamiento, difundiendo su mensaje a través de su canal de Telegram
Plan Independencia 200
La convocatoria forma parte del "Plan Independencia 200", que incluye la participación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Cuerpos Combatientes de la Milicia y la Milicia Nacional Bolivariana en 284 frentes de batalla, con el objetivo declarado de garantizar la independencia y la paz del país.
En agosto, Venezuela llevó a cabo un alistamiento presencial de las fuerzas milicianas, en el que, según cifras oficiales, se registraron 8,2 millones de participantes.
Maduro espera que la reciente activación de la inscripción permanente de forma virtual incremente este número
Tensiones con Estados Unidos
Estados Unidos mantiene actualmente ocho barcos militares cerca de las costas venezolanas, incluyendo un submarino de propulsión nuclear, y ha ordenado enviar diez aviones de combate F-35 a Puerto Rico.
La administración de Donald Trump acusa a Maduro de liderar el Cartel de los Soles, catalogado por EE.UU. como organización terrorista vinculada al narcotráfico, y ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que permita su captura.
Estas medidas reflejan un clima de creciente tensión en el Caribe, donde Venezuela busca proyectar fuerza militar y cohesión interna, mientras Washington refuerza su presencia en la región con fines de seguridad y control del tráfico de drogas