El esfuerzo por asistir a la zona de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, fue una experiencia dolorosa, así lo describe Carmen Sepúlveda Gómez, Presidenta de la Red de Desaparecidos de Colima.
"nomás nos llevaron a hacernos falsas ilusiones, ya sabíamos que la ropa no estaba ahí pero tampoco queríamos ver la ropa, solo queríamos ver el trabajo que estaban haciendo ellos, cuanto habían sacado, no hay nada que nos diga trabajamos tanto tiempo se ha hecho esto".
Explicó que el viaje para encontrar respuestas sobre el proceso de resguardo e identificación humana y compartir esa información a las familias en Colima, parecía más una visita a un museo en donde solo obtuvieron un trato indolente y el desprecio por la dignidad.
"Decepcionados, dolidos, con mucho coraje por la situación que nos hicieron pasar y ahora nos damos cuenta que ya encontraron a dos personas que estuvieron implicadas en eso y todavía se atreven a decir que no es un lugar de exterminio, entonces ¿Qué es? si ellos mismos dicen que los llevaban ahí, los entrenaban, los golpeaban y los mataban".
Por ello, exigen a las autoridades el cumplimiento de su derecho de participación conjunta en la investigación y a conocer la verdad.
"Hasta el momento que yo sepa no ha habido nada que diga, ¿sabes qué? Hemos trabajado ocho días en esto, se han tenido osamentas, no se han tenido, se han encontrado tantas dentaduras, ninguna información que nos dé a nosotros de pensar o una tranquilidad de saber que sí están haciendo su trabajo".
