Niños violentos, ¿Quién pone el alto?

Cada vez son más frecuentes los casos de niñas, niños y adolescentes que responden con gritos, golpes o insultos hacia sus propios padres. Guillermo Blanco Govea, Comisionado Estatal de Salud Mental y Adicciones advierte que, esta llamada "violencia invertida" muchas veces es resultado de una crianza sin límites, sin comunicación efectiva ni afecto. Lo que inicia con berrinches y manipulación en la infancia, puede escalar a comportamientos agresivos, desafiantes y peligrosos en la adolescencia.

"Lo que se busca es que sea una crianza positiva, que significa una crianza positiva, una crianza con afecto, una crianza con comunicación de ambos lados, no nomás de los papás hacia los hijos, pero también se requiere tener límites, las niñas, niños y adolescentes deben conocer que hay acciones que no se pueden realizar abiertamente o libremente, que hay horarios para hacer actividades, que hay este actividades que pueden realizar y hay unas que no son para realizarse a lo mejor aunque se tenga el deseo, cuando no se hace una crianza con afecto, comunicación o límites se puede presentar algo que luego es muy complicado para los papás, problemas de comportamiento".

El especialista explicó que, en el caso de los pequeños se empieza a presentar una conducta oposicionista porque el niño crea en su conciencia que ellos tienen el control de la relación, que hace; chantajea, llora, grita, se tira al piso, que son las primeras expresiones cuando el niño está midiendo al padre de familia para conocer el límite que puede tener y aparece a muy temprana edad.

"En los primeros años, a los cinco años o poco antes si empiezas a notar estas conductas cuidado, tienes que hacer algo // luego viene la parte directa, cuestiona tus indicaciones, tu actitud como padre de familia e incluso se opone a todo, va a ser agresivo contigo, inclusive te manotea y te grita, te empieza a llamar con una denominación que no debe se ser"

Si esta conducta continúa en la edad mayor, significa que no sembraste límites y consecuencias "hasta donde puedes hacer como hijo como hija y que autoridad está prácticamente limitada, entonces esas serían las consecuencias, obviamente hay muchas más, por ejemplo, conductas impulsivas, no me ponen límites llego a la hora que quiero a las 3:00 o 4:00 de la mañana, en estado inconveniente, con bebidas alcohólicas, con olor a tabaco, o utilizando vapeadores, o a lo mejor huelo a marihuana, estoy utilizando estimulante como la metanfetamina". Finalizó Blanco Govea.