El gobierno de Irán advirtió este viernes que no aceptará presiones ni amenazas por parte de Estados Unidos en medio de las tensiones por las negociaciones nucleares.
La declaración surge luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con imponer sanciones a los países que compren petróleo iraní.
"La República Islámica de Irán no tolerará enfoques basados en amenazas y presiones", señaló el Ministerio de Exteriores iraní, que además criticó la continuidad de las sanciones como una muestra de la falta de seriedad del gobierno estadounidense en el camino de la diplomacia.
Teherán reafirmó su disposición a continuar las negociaciones nucleares, pero aclaró que las sanciones no alterarán su postura, que considera "lógica, legítima y basada en el derecho internacional". El gobierno iraní advirtió que insistir en medidas coercitivas solo llevará a repetir errores del pasado.
Por su parte, Trump utilizó su red Truth Social para lanzar una advertencia contundente: "¡Todas las compras de petróleo o productos petroquímicos iraníes deben cesar YA!". Además, aseguró que cualquier país o persona que compre "cualquier cantidad" de estos productos será sancionado de inmediato.
A lo largo de la semana, Estados Unidos impuso dos nuevas rondas de sanciones contra empresas de Irán, Emiratos Árabes Unidos y Turquía. Estas acciones forman parte de su política de "máxima presión", que busca frenar los ingresos petroleros iraníes y presionar a Teherán en las negociaciones nucleares.
A pesar del tono agresivo, Irán y Estados Unidos tienen previsto un nuevo encuentro el sábado 3 de mayo en Roma, según confirmó Omán, país que actúa como mediador. Este diálogo sería la cuarta ronda de negociaciones, aunque Washington había señalado que no participaría, lo que ha generado confusión sobre su compromiso.
El principal objetivo de Irán es el levantamiento de las sanciones económicas a cambio de limitar su capacidad nuclear. Sin embargo, Estados Unidos también quiere que se discutan el programa de misiles iraníes y el apoyo de Teherán a grupos como los hutíes en Yemen. Irán, por su parte, ha dejado claro que no está dispuesto a ceder su derecho a enriquecer uranio.
