La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha lanzado el Programa Nacional de Remediación con metas claras para 2030, diseñado para revertir la degradación de ecosistemas prioritarios en México
Este plan involucra a los tres niveles de gobierno, comunidades locales, sociedad civil y sector privado, con el objetivo de cumplir compromisos tanto nacionales como internacionales en materia ambiental.
El programa se centra en tres objetivos principales: detener las causas que provocan el deterioro ambiental, fomentar la regeneración natural de los ecosistemas y promover su restauración productiva.
Para lograrlo, Semarnat busca regular el uso excesivo de los recursos naturales y ordenar las actividades industriales y extractivas, además de fortalecer la colaboración entre distintas instituciones y, sobre todo, con las comunidades que habitan las zonas afectadas.
Un aspecto destacado del programa es su enfoque en la restauración de ecosistemas costeros y marinos, especialmente los manglares
Para este año, se propone restaurar el 5% de la superficie degradada en estas áreas, con la meta de alcanzar un 50% para 2030. Asimismo, se busca contribuir a la meta de deforestación neta cero para el final del sexenio, lo que implica detener la pérdida de cobertura forestal y avanzar en su recuperación.
El plan también contempla la restauración de cuatro cuencas prioritarias: Tula, Lerma-Santiago, Atoyac y el río Sonora, además de las presas Endhó y Zapotillo.
En cuanto a la superficie forestal, se pretende restaurar 26 mil hectáreas en 2024 y llegar a 73 mil 100 hectáreas para 2030. Otro compromiso importante es la recuperación y protección de 10 sitios deteriorados en el Golfo de California, que serán declarados Áreas de Prosperidad Marina.
Además, el programa apunta a reducir en un 35% las emisiones de gases de efecto invernadero para el fin del gobierno actual.
En total, para este año se han identificado 50 sitios prioritarios para restaurar, con un aumento a 25 sitios en 2026 y más de 240 hacia 2050
Estos lugares incluyen cuencas y cuerpos de agua continentales, zonas forestales, ecosistemas costeros y marinos, parques y bosques urbanos, islas, así como áreas con altos niveles de estrés sanitario y ambiental.