Economía circular en México: leyes lentas, reciclaje rápido

Consolidar un marco regulatorio actualizado y tratar el agua como un recurso estratégico son los dos grandes desafíos para avanzar hacia una economía circular en México, coincidieron empresarios y especialistas durante el encuentro México por el Clima, celebrado en el Papalote Museo del Niño

Los participantes advirtieron que el país ha progresado en reciclaje y reducción de residuos, pero aún carece de políticas que premien la innovación y la inversión verde.

José Ramón Ardavín Ituarte, director ejecutivo del CESPEDES-CCE, señaló que la regulación debe impulsar la corresponsabilidad sin obstaculizar la competitividad.

"El papel de la autoridad no es decirnos cómo hacerlo, sino fijar metas ambiciosas y permitir que la industria proponga las soluciones", explicó

Avances legales y vacíos de implementación

México cuenta desde 2021 con una Ley General de Economía Circular, aunque algunas disposiciones aún enfrentan dificultades para aplicarse.

A nivel local, la Ciudad de México promulgó en 2023 su propia ley, orientada a fortalecer esquemas de recuperación de materiales y promover la circularidad empresarial.

Zerene Kahan Oblatt, de Tetra Pak, consideró que reglas uniformes acelerarían la consolidación de cadenas de reciclaje. "Necesitamos una regulación que reconozca y estimule este tipo de inversión", afirmó

La industria y el valor del reciclaje

Desde el sector acerero, Mónica Barrera, de Canacero, recordó que el 60 % del acero mexicano proviene de chatarra, lo que evita la emisión de 1.5 toneladas de CO? por cada tonelada reciclada.

Sin embargo, urgió a crear incentivos fiscales o certificaciones que reconozcan los avances medibles en reducción de emisiones y uso de materiales reciclados.

Los ponentes también señalaron que la sostenibilidad hídrica es esencial. Aunque el sector industrial usa el 14 % del agua disponible, menos del 10 % del líquido tratado se reutiliza, según la Conagua.

Para Heineken y Canacero, integrar el reúso del agua al marco regulatorio permitiría avanzar hacia una economía verdaderamente circular