En la ciudad de Tianshui, ubicada en la provincia de Gansu, al noroeste de China, más de 200 niños han sido hospitalizados por intoxicación con plomo tras ingerir alimentos decorados con pintura no apta para el consumo
Este grave incidente ocurrió en el jardín de infancia privado Peixin, donde se detectaron niveles de plomo en la comida hasta 2.000 veces superiores al límite permitido por la normativa nacional china.
En total, 233 menores presentaron altos niveles de plomo en sangre después de consumir pastel de dátiles rojos al vapor y pan de maíz con salchicha, ambos contaminados con pigmentos tóxicos.
Las autoridades arrestaron a ocho personas vinculadas al caso, entre ellas el director de la guardería, quien había ordenado la compra de pintura no comestible por internet para darle color a los alimentos.
Tras la intoxicación, los responsables intentaron ocultar los materiales peligrosos, que estaban claramente etiquetados como no aptos para la ingesta humana
Las pruebas realizadas revelaron que el pastel y los rollitos tenían concentraciones de plomo de 1.052 mg/kg y 1.340 mg/kg, respectivamente, cuando el límite nacional es de 0.5 mg/kg.
Los síntomas en los niños afectados comenzaron a manifestarse desde marzo, incluyendo dolor abdominal, molestias en las piernas y pérdida de apetito, aunque en un principio muchos padres pensaron que se trataba de enfermedades comunes.
La preocupación por las posibles secuelas a largo plazo es alta, ya que el plomo puede afectar gravemente el hígado y el sistema digestivo, además de provocar daños neurológicos irreversibles en los menores.
Un padre llevó a su hijo a un hospital en Xi´an para recibir tratamiento, que requerirá al menos diez días de medicación
Este caso ha puesto en evidencia fallas en la supervisión de la seguridad alimentaria pública en Tianshui, según admitió el alcalde Liu Lijiang, quien pidió disculpas a las familias afectadas y prometió reforzar las inspecciones para evitar que se repitan situaciones similares.
Este episodio no es aislado en China, donde envenenamientos masivos por plomo han ocurrido en diversas regiones, muchas veces vinculados a la contaminación industrial o a la exposición en zonas mineras.
En años recientes, se han reportado casos en provincias como Yunnan, Shaanxi y Shanghai, donde decenas o cientos de niños han sufrido intoxicaciones por plomo debido a la contaminación ambiental o a la falta de control sobre las emisiones industriales.
Organizaciones internacionales han denunciado que, en ocasiones, las autoridades locales restringen el acceso a pruebas médicas y tratamientos para niños afectados por plomo, además de ocultar información y acosar a familiares y periodistas que buscan esclarecer estos casos.
Esto agrava el problema, ya que el plomo es especialmente dañino para los niños, provocando dificultades en el aprendizaje, problemas de comportamiento y daños físicos permanentes