La administración del presidente Donald Trump ha emitido una orden para que la Universidad de Harvard entregue documentos relacionados con sus estudiantes extranjeros, como parte de una investigación sobre posibles irregularidades migratorias y de seguridad nacional.
La solicitud, presentada por el Departamento de Justicia bajo la dirección de funcionarios aliados al presidente, exige información detallada sobre los países de origen, áreas de estudio y posibles vínculos con programas patrocinados por gobiernos extranjeros, especialmente aquellos considerados adversarios estratégicos de Estados Unidos, como China, Irán y Rusia.
"Estamos comprometidos a proteger la integridad de nuestras instituciones académicas y a garantizar que no se conviertan en un canal para el espionaje o la infiltración extranjera", dijo un portavoz del equipo legal de Trump. El presidente ha mantenido una postura crítica hacia las universidades de élite, a las que acusa de favorecer intereses internacionales por encima de los nacionales.
Harvard, por su parte, expresó "profunda preocupación" por la medida, argumentando que podría violar los derechos de privacidad de sus estudiantes y generar un clima de desconfianza. "Nuestra universidad está comprometida con la diversidad académica y la libertad intelectual. Cooperaremos en el marco legal, pero protegeremos a nuestra comunidad dentro de lo posible", dijo un vocero de la institución.
Grupos de derechos civiles y asociaciones académicas han condenado la orden como una acción intimidatoria con tintes políticos y xenófobos. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) advirtió que podría abrir la puerta a una vigilancia masiva sobre estudiantes internacionales en todo el país.
La medida forma parte de un resurgimiento de políticas migratorias y de seguridad impulsadas por Trump y sus aliados.
Hasta el momento, no se ha especificado si otras universidades serán objeto de solicitudes similares.