Además de enfrentar una reducción del 50% en las unidades del transporte público, la ciudadanía de Torreón ahora se ve afectada por operativos constantes contra conductores de plataformas como Uber y Didi.
Usuarios y choferes señalan que estos retenes, implementados por personal de Autotransporte, dificultan seriamente la movilidad en la ciudad. Los conductores los califican como una "cacería de brujas", ya que en diversos puntos como Cuatro Caminos y la central camionera se realizan detenciones arbitrarias. "Van personas con viaje y los paran para investigarlas, incluso si no tienen nada que ver", denunció Javier, conductor afectado.
Las autoridades aseguran que los operativos buscan garantizar que las unidades estén dentro del marco legal. La Ley de Transporte y Movilidad Sustentable de Coahuila exige que los vehículos registrados en plataformas también estén dados de alta ante la dependencia estatal. Sin embargo, conductores consideran que los requisitos son excesivos.
"Nos piden factura a nombre del propietario y que el auto tenga un valor mínimo de 300 mil pesos. Pero muchos de nosotros rentamos los vehículos", explicó Jorge, otro chofer de plataforma.
La falta de adecuaciones legales y el endurecimiento de los operativos, denuncian los trabajadores, benefician más a la recaudación del gobierno que a la ciudadanía. Esto, en un contexto donde la demanda por transporte privado ha crecido por las deficiencias del sistema público. Además, lamentaron que tanto el gobernador Manolo Jiménez como el alcalde Román Cepeda les prometieran apoyo durante sus campañas, pero una vez concluidas las elecciones, la situación para ellos solo ha empeorado.