La actividad física es crucial para los menores, promueve la salud física y mental, fortalece huesos y músculos, previniendo enfermedades como la obesidad y la diabetes tipo 2, y mejorando el desarrollo cognitivo y emocional. Además, fomenta hábitos saludables a largo plazo y desarrolla habilidades sociales importantes como la cooperación, la responsabilidad y la autoestima.
Algunos de los beneficios para la salud física son: fortalece huesos y músculos, estimula el crecimiento y desarrollo saludable de la estructura ósea y muscular. Previene el sobrepeso y la obesidad, reduce el riesgo de enfermedades, mejora la coordinación y habilidades motoras. Los beneficios para la salud mental y emocional también son importantes: Mejora el bienestar emocional pues ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y los sentimientos depresivos. Aumenta la autoestima y la confianza, mejora el rendimiento académico.

Alrededor del 26% de los niños y adolescentes de 5 a 17 años son físicamente activos. Mientras que el 68% de los escolares entre 10 y 14 años no cumple con las recomendaciones de actividad física, y un porcentaje similar de adolescentes mayores de 15 años no cumple con ellas.
Se han demostrado beneficios para el desarrollo social y de hábitos, por ejemplo, logran desarrollar habilidades sociales, enseña valores como la responsabilidad, el respeto, la solidaridad y el trabajo en equipo. Fomenta hábitos saludables a largo plazo, ayuda a establecer un estilo de vida activo que se mantendrá en la edad adulta.
Promueve un estilo de vida equilibrado: Reduce la dependencia de la tecnología y promueve actividades al aire libre.