Destituyen a jefa tras muerte de policías en secta satánica
CDMX
Fecha: 09-07-2025
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) informó la destitución de Patricia Moya, quien encabezaba el grupo de investigación en el Centro de Justicia para Mujeres, tras confirmarse su implicación en el envío de dos agentes que fueron asesinados en una capilla vinculada a una secta satánica en Pachuca.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado cuando los agentes acudieron a entregar citatorios por un caso de violencia familiar en la llamada Capilla del Angelito Negro 666, ubicada en la colonia La Loma.
En el lugar, fueron retenidos y brutalmente agredidos por personas que practicaban un culto satánico. Uno de los agentes murió en el sitio y el otro falleció días después en el hospital.
De acuerdo con testimonios de sus familiares, los policías fueron enviados sin armas ni respaldo, y la funcionaria omitió reportar su desaparición el mismo día en que perdieron contacto. También denunciaron que la comandanta los obligaba a cumplir dobles turnos y los asignaba a tareas que no les correspondían, ya que ambos tenían experiencia administrativa, no de campo.
Tras varias horas sin noticias, otros elementos de la PGJEH acudieron al lugar, logrando la detención de cuatro personas. Los acusados permanecen bajo proceso por los hechos violentos. Como parte de la investigación, también se abrió un expediente contra Patricia Moya, quien fue retirada de su cargo por posibles responsabilidades administrativas y legales.
El lugar del ataque es conocido por ser sede de un culto creciente al llamado angelito negro, una figura que sus devotos consideran una representación mexicana de Lucifer. Cada 13 de diciembre realizan celebraciones con rituales que incluyen sacrificios de animales y actos de automutilación. Estos eventos se han documentado no solo en Pachuca, sino también en lugares como Tepito, en la Ciudad de México.
En operativos anteriores, las autoridades han encontrado altares dedicados al angelito negro en propiedades ligadas a grupos criminales como la Unión Tepito. Estas figuras pueden aparecer en diversas formas: muñecos con cuernos, vestidos de charro o incluso representaciones infantiles, todas relacionadas con el culto.
El caso ha generado indignación entre la ciudadanía y reabre el debate sobre los protocolos de seguridad y supervisión en las corporaciones de justicia del país. Las familias de los policías exigen justicia y señalan la negligencia como uno de los factores clave en esta tragedia.
