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Ejidos pierden tierras por Tren Maya: así fue la expropiación
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Ejidos pierden tierras por Tren Maya: así fue la expropiación


Mediante decretos presidenciales publicados recientemente en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Gobierno federal expropió tierras ejidales para facilitar la construcción, operación y desarrollo de la infraestructura ferroviaria del Tren Maya



Estas expropiaciones se fundamentan en la causa de utilidad pública, con el objetivo de mejorar la movilidad y el desarrollo económico en el sureste del país, de acuerdo a lo establecido en los tres decretos.


¿Cuáles son los terrenos expropiados?

  • Ejido San Antonio Poxilá, Umán, Yucatán: 18.72 hectáreas destinadas a obras complementarias del Tren Maya.

  • Ejido Felipe Carrillo Puerto, Champotón, Campeche: 3.57 hectáreas para infraestructura ferroviaria y operación del proyecto.

  • Ejido Dzununcán, Mérida, Yucatán: 25.34 hectáreas para la construcción y operación del Tren Maya.




¿Por qué se expropian estas tierras?

Los decretos especifican que la expropiación es por causa de utilidad pública, amparada en la Constitución y en la Ley Agraria.


El proyecto del Tren Maya es considerado esencial para:

  • Garantizar un transporte ferroviario seguro, eficiente y cómodo para pasajeros y carga.

  • Impulsar el desarrollo socioeconómico y turístico del sureste mexicano.

  • Fortalecer el comercio regional y facilitar el intercambio de mercancías.



¿Cómo se indemnizará a los ejidatarios?

Los decretos contemplan un pago justo a los propietarios afectados, basado en avalúos técnicos realizados por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).


Por ejemplo, en el caso del ejido Felipe Carrillo Puerto, la indemnización es de 36,020.74 pesos.



El pago debe cubrirse antes de formalizar la expropiación y será ejecutado por Tren Maya, S.A. de C.V. con recursos autorizados en su presupuesto



Se establece que, si los terrenos expropiados no se usan para la construcción y operación del Tren Maya, o si después de cinco años no se cumple la causa de utilidad pública, el Gobierno podrá exigir la reversión parcial o total de los bienes a su patrimonio original.


Las expropiaciones, aunque a veces generan incertidumbre, forman parte de una tradición legal en México para equilibrar el interés colectivo con el respeto a los derechos individuales.


Los ejidatarios tienen derecho a indemnización y a ser notificados, como marca la ley.



Con estos pasos, el Tren Maya busca consolidarse como una obra estratégica para la movilidad, el desarrollo regional y la generación de empleos en el sureste, con el objetivo de transformar la región en un espacio próspero y mejor conectado con el resto del país



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