En la sierra del municipio Del Nayar, Nayarit, una enfermera se enfrentó a un desafío inusual para cumplir con su labor: tuvo que ser trasladada en una tina para cruzar el río Jesús María y llegar hasta la comunidad wixárika de Cofradía de Pericos.
La trabajadora de la salud fue quien protagonizó este hecho, enfrentando la falta de infraestructura en la zona. El trayecto, marcado por caminos deteriorados y la inexistencia de un puente, no impidió que llevara vacunas y brindara atención a los habitantes de la localidad.
El cruce se realizó recientemente, documentado en video por habitantes y difundido en redes sociales como ejemplo del compromiso del personal médico con las comunidades más apartadas. Pese a los riesgos, la enfermera cumplió con su misión de garantizar servicios básicos de salud a quienes viven en lugares de difícil acceso.
La escena también expone una problemática de fondo: la marginación de las comunidades indígenas y la falta de inversión en infraestructura. Más allá del gesto de entrega del personal médico, persiste la exigencia de que los tres niveles de gobierno atiendan estas carencias que limitan el derecho a la salud y a una vida digna.