La temporada de estiaje ha dejado una devastadora huella en Nayarit, donde los incendios ya han consumido 3,360 hectáreas de territorio y todos han sido provocados de manera intencional, entre las zonas más afectadas, se encuentran el Cerro de San Juan y varios pastizales en terrenos baldíos y predios de la región.
La temporada de estiaje, caracterizada por altas temperaturas y la falta de lluvias, genera condiciones propicias para la propagación de estos siniestros, que pueden originarse con mínima facilidad, en Nayarit, los focos de incendio aún activos se encuentran en diversos puntos, como Rosamorada, Huajicori, el Sanganguey, Jala y Santa María del Oro; aunque el incendio en el Cerro de San Juan y en Iztete ya han sido controlados, las llamas continúan amenazando otras zonas de la región.
Además de los daños ecológicos y materiales que estos incendios han causado, los efectos sobre la salud de la población son igualmente preocupantes, el humo denso y las altas concentraciones de partículas suspendidas en el aire incrementan los riesgos respiratorios, por lo que se recomienda a la población tomar medidas preventivas, como el uso de cubrebocas y mantenerse bien hidratados.
Mientras tanto, las brigadas de bomberos y elementos de la Comisión Forestal de Nayarit (COFONAY) continúan trabajando para contener las llamas y evitar que el desastre siga creciendo.