En México, miles de personas enfrentan una realidad silenciosa pero peligrosa: recurrir a créditos no regulados ante la imposibilidad de acceder a financiamiento formal. Lo que comienza como un alivio económico temporal puede convertirse en una deuda impagable que arrastra consecuencias legales, patrimoniales y personales.
"La usura es una alternativa financiera que consiste en proporcionar un recurso a alguien que tiene una necesidad para cubrir un satisfactor pero se caracteriza por el cobro excesivo de intereses." Felipe Ortiz Benavides, Asesor Fiscal y Financiero
Este fenómeno, muchas veces invisible para el ojo público, se acentúa en comunidades donde la educación financiera es baja, el crédito institucional escaso, y las urgencias económicas cotidianas. Los prestamistas informales se vuelven la única alternativa, aunque esto implique comprometer patrimonio o firmar contratos sin comprender plenamente sus consecuencias.
"Vía un pagaré, vía el contrato de mutuo? pueda exponer alguna garantía en prospecto de ese crédito." Felipe Ortiz Benavides, Asesor Fiscal y Financiero
En algunos casos, los intereses mensuales pueden ir del 3 al 15%, una carga que se vuelve impagable al más mínimo atraso. La capitalización de intereses y la acumulación de cargos convierten un préstamo de emergencia en una bola de nieve.
"Si llega un impago en un mes, esto se capitaliza el interés de un mes de 5% serían 500 pesos sobre esos 10 mil 500 el siguiente mes va a cobrarse interés" Felipe Ortiz Benavides, Asesor Fiscal y Financiero
La usura no es solo un abuso económico: es un reflejo de la urgencia, la desinformación y la falta de alternativas accesibles. Por eso, advierten, el primer paso para evitar caer en ella es reconocer que no hay dinero más caro? que el que no se tiene.