Con la llegada de la temporada seca, el Estado de México enfrenta uno de los periodos más críticos del año en materia ambiental: la temporada alta de incendios forestales.
Durante estos meses, el riesgo de siniestros se incrementa considerablemente debido a las altas temperaturas, la escasa humedad y la acumulación de material vegetal seco en zonas boscosas. Tan solo en el último corte de 2025, se han registrado 448 incendios forestales que han afectado un total de 939 hectáreas,
Los incendios forestales no solo provocan un grave daño al medio ambiente afectando ecosistemas, flora, fauna y la calidad del aire, sino que también representan un importante gasto económico.
Las labores de combate, restauración del terreno y prevención de nuevos siniestros requieren recursos considerables, cuyo costo puede variar según el origen del incendio, el tipo de vegetación afectada y las condiciones de acceso a la zona siniestrada.
A pesar de que en lo que va de 2025 se ha registrado una disminución del 35 por ciento en el número de incendios forestales en comparación con el mismo periodo del año anterior, las autoridades advierten que este podría convertirse en uno de los años más críticos en los últimos años.
Las condiciones climáticas extremas previstas, como las olas de calor prolongadas y la sequía severa, podrían agravar el escenario en los próximos meses, aunque cabe resaltar que en esta temporada solo 10 municipios presentan un grado de sequía moderada.