La salud mental en los jóvenes se ha convertido en un tema urgente y de interés público, especialmente ante hechos de violencia que sacuden a la sociedad y ponen de manifiesto las consecuencias de la falta de atención oportuna.
El ataque ocurrido en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, en la Ciudad de México, que se registró recientemente, donde Lex Ashton un estudiante de 19 años asesinó a otro joven de 16, evidenció no solo los riesgos de la violencia juvenil, sino también la necesidad de fortalecer la red institucional que debería garantizar contención, acompañamiento y apoyo psicológico a los estudiantes.
La psicóloga, Diana Loyo, destacó que no se deben normalizar conductas como jóvenes agresivos o aislados.
"vamos normalizando muchas conductas, incluso desde la niñez y cuando ponemos atención son jóvenes que ya desarrollaron depresión o son jóvenes violentos, inseguros, agresivos"
Alrededor del 15% de los menores de 18 años en México presentan trastornos mentales, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente uno de cada siete niños y adolescentes (10-19 años) sufre un trastorno mental, siendo la ansiedad y la depresión los más frecuentes.
El joven agresor Lex Ashton "N." presentaba un diagnóstico de episodio depresivo grave con síntomas psicóticos, también habría sufrido bullying desde la primaria, su padre padece trastorno bipolar, mientras que su hermana fue diagnosticada con depresión e intentó quitarse la vida hace algunos años.
En este contexto, las instituciones educativas y gubernamentales tienen un papel central, se requiere implementar programas de salud mental integrales: espacios de escucha, detección temprana de conductas de riesgo y acompañamiento psicológico gratuito.
Con el objetivo de atender los problemas de salud mental entre niñas, niños y adolescentes, en Veracruz se analiza una iniciativa que propone asignar un psicólogo en cada escuela pública del estado.
La gobernadora Rocío Nahle García señaló, que por lo menos es necesario un psicólogo por escuela.
En el marco del mes mundial de la salud mental que se celebra este 10 de octubre, queda claro que se requieren estrategias para construir sociedades más seguras y empáticas. Si las instituciones asumen la responsabilidad de acompañar a los jóvenes, se podrá reducir la probabilidad de hechos de violencia y, sobre todo, ofrecer a las nuevas generaciones la posibilidad de vivir plenamente su juventud en un entorno que les brinde esperanza.