A pesar de las estrategias implementadas en los últimos años, en Veracruz no se ha logrado reducir de manera real y sostenida los índices de violencia, debido a que las políticas de seguridad se han centrado en acciones reactivas, dejando de lado la prevención del delito como eje fundamental.
Este enfoque busca reducir los factores sociales que generan criminalidad, como la desigualdad, la falta de oportunidades para jóvenes, el abandono escolar y las adicciones.
El Analista Político, Jeremías Zúñiga Mezano, señaló que la prevención es educación.
"Pero el crimen no se combate solo con candados ni cámaras. Se enfrenta con cultura, con educación, con redes comunitarias vivas. Por eso, la estrategia de Comunidades Seguras propone un modelo integral donde ciudadanos, familias, escuelas, empresas y gobiernos actúan en corresponsabilidad. La prevención no es un asunto policial, es una estrategia social"
En la entidad veracruzana, apenas el 5.9 por ciento de las investigaciones interpuestas en la fiscalía se resuelven, lo que contribuye al 94.1 por ciento de impunidad que prevalece en las denuncias de delitos en el estado.
Especialistas destacaron que mientras no se implementen programas de prevención social, la violencia continuará. Además, de la necesidad de fortalecer las fiscalías, profesionalizar las policías municipales y garantizar el acceso a la justicia para evitar que la impunidad siga alimentando el crimen.
La estrategia de seguridad se ha basado principalmente en el uso de las fuerzas armadas, lo que ha generado la fragmentación de grupos criminales y disputas territoriales que aumentan la violencia, en lugar de disminuirla, por lo que incluso se considera que reducir violencia sin prevención, es prácticamente imposible.
"En México, necesitamos pasar de la reacción a la anticipación, de la indiferencia al compromiso. La seguridad no es un servicio que se contrata, es una conducta que se construye"
Con ello queda claro que la violencia no se resolverá únicamente con operativos o captura de líderes criminales, sino mediante una estrategia que incluya reconstrucción del tejido social, combate a la impunidad y prevención del delito desde las comunidades.