Los delitos sexuales constituyen una de las formas más graves de violencia, tanto por el daño físico como psicológico que generan en las víctimas.
Esta clase de delitos, comprenden un conjunto de conductas tipificadas en el Código Penal que atentan contra la libertad y seguridad sexual de una persona. Entre ellos se encuentran la violación, el abuso sexual, el acoso sexual, el hostigamiento sexual y la pornografía infantil, mismos que a menudo se cometen en contextos de confianza, como el hogar, el entorno escolar o laboral.
La Académica y Activista, Mónica Mendoza, señaló que es un fenómeno complejo que afecta principalmente a mujeres y niñas.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante 2024, en Veracruz se reportaron más de 1,800 carpetas de investigación por delitos de índole sexual.
En los primeros tres meses de 2025, la cifra ya superó los 500 casos.
Penas por delitos sexuales
Acoso Sexual: Se castiga con prisión de seis meses a tres años, junto con una multa de hasta trescientos días de salario.
Acoso Sexual reiterado: Se sanciona con prisión de uno a cuatro años y multa de hasta trescientas unidades de medida.
Actos Sexuales: La pena es de seis a diez años de prisión y hasta doscientos días multa.
Promoción de la trata sexual de menores: Se castiga con prisión de quince a veinticinco años y multa de cien a setecientos días de salario.
Ante la gravedad de la situación, recientemente se propuso incrementar por lo menos 20 por ciento las penas mínimas por delitos sexuales, con el fin de reducir la discrecionalidad judicial, evitar castigos simbólicos y fortalecer la prevención del delito.
"desde luego que hay un subregistro muchas mujeres no quieren denunciar, porque continuamente son revictimizadas, o cargan con culpa por el machismo que predomina, hay personas que piensan ella se lo busco, o el hombre llega hasta donde las mujeres quieren, por eso a muchas les lleva incluso años, antes de denunciar"
A largo plazo, la prevención implica transformar las estructuras sociales que perpetúan la violencia de género: eliminar la normalización del abuso, promover la equidad, y garantizar el acceso a la justicia.
La problemática de los delitos sexuales en Veracruz no es un hecho aislado, sino el reflejo de una sociedad que ha tolerado durante años la impunidad y la desigualdad. La falta de justicia para las víctimas, la revictimización institucional y la lentitud en las investigaciones refuerzan este círculo de violencia.