Un hallazgo fortuito en la comunidad de San Sebastián Villanueva, en el municipio de Acatzingo, Puebla, reveló la presencia de restos fósiles de megafauna que habitó la región hace miles de años
Tras su rescate, especialistas confirmaron que se trata de vestigios de un gliptodonte (pariente de los armadillos), un cánido (mamífero carnívoro), un caballo y un perezoso terrestre, todos correspondientes al Pleistoceno tardío.
Los restos ya se encuentran bajo resguardo del Centro INAH Puebla, donde serán estudiados a partir de 2026 con el objetivo de conocer más sobre estos ejemplares y su contexto ambiental.

Un rescate contrarreloj
Los fósiles fueron localizados en una carretera de terracería conocida como Paso La Mora. Una vez expuestos, comenzaron a deteriorarse rápidamente, por lo que fue necesario extraerlos y estabilizarlos.
Este proceso permitirá su limpieza, análisis, medición y registro fotográfico sin comprometer su conservación a largo plazo.

De acuerdo con especialistas, los restos fósiles pueden mantenerse estables durante miles de años bajo sedimento, pero al quedar expuestos requieren atención inmediata para evitar daños irreversibles
Animales gigantes que habitaron la región
Entre los hallazgos destaca el gliptodonte, un animal parecido a un armadillo, pero de dimensiones colosales: podía medir más de dos metros y pesar cerca de una tonelada.
Se recuperaron fragmentos de su caparazón y varios osteodermos, placas óseas características de esta especie.
También se identificó un fragmento de maxilar con molares que correspondería a un lobo terrible, un gran carnívoro extinto cuya presencia es menos común en el registro fósil. Del caballo prehistórico se recuperó un molar que podría pertenecer a la especie Equus mexicanus. Además, se halló un hueso de perezoso terrestre, un animal que podía alcanzar tamaños comparables a los de un mamut.
El rescate se realizó entre el 21 y el 24 de octubre de 2025, tras una denuncia de los pobladores, con apoyo de autoridades locales y de la propia comunidad. El interés vecinal apunta a que, en el futuro, los restos puedan regresar a la localidad, siguiendo el ejemplo de Santiago Tenango, donde se estableció un museo de sitio para proteger hallazgos similares.

Este tipo de proyectos comunitarios no solo preservan el patrimonio paleontológico, sino que conectan a las comunidades con su pasado más remoto, recordando que el territorio que hoy habitan fue hogar de una fauna monumental