El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva proclamación que amplía y refuerza las restricciones de entrada al país para ciudadanos de decenas de naciones, bajo el argumento de proteger la seguridad nacional y pública ante deficiencias en los sistemas de verificación, intercambio de información y control migratorio
La medida retoma y amplía las restricciones impuestas durante su primer mandato y se apoya en evaluaciones recientes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y del Departamento de Estado sobre riesgos de terrorismo, fraude documental y altos niveles de permanencia irregular.

Países con prohibición total de ingreso
La proclamación mantiene las restricciones totales para los 12 países considerados de "alto riesgo" desde disposiciones anteriores: Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
A esta lista se suman cinco países más con prohibición total de entrada: Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur y Siria.
En estos casos, el gobierno estadounidense argumenta la presencia activa de grupos terroristas, conflictos armados internos, falta de autoridades confiables para emitir documentos oficiales y la negativa recurrente a aceptar ciudadanos deportados.

También se impone una restricción total a personas que intenten ingresar con documentos emitidos por la Autoridad Palestina, debido -según la Casa Blanca- a la falta de control territorial efectivo y a la imposibilidad de realizar verificaciones de seguridad confiables en Cisjordania y Gaza
Restricciones parciales y visas limitadas
La proclamación establece restricciones parciales para ciudadanos de países como Angola, Nigeria, Senegal, Tanzania, Zambia, Zimbabue, Gambia y Costa de Marfil, entre otros.
Estas limitaciones afectan principalmente a visas de turismo, negocios, estudio e intercambio (B-1, B-2, F, M y J).
En estos casos, el gobierno estadounidense señala altas tasas de permanencia irregular, sistemas de registro civil poco confiables o programas de ciudadanía por inversión que, a su juicio, facilitan la evasión de controles migratorios.
Turkmenistán fue parcialmente retirado de la lista más severa, luego de que Washington reconociera avances en cooperación e intercambio de información. Se permitirá nuevamente la entrada de ciudadanos turcomanos con visas de no inmigrante, aunque la inmigración permanente sigue suspendida.

La proclamación contempla excepciones para residentes permanentes legales, personas con visas vigentes, diplomáticos, atletas y casos considerados de interés nacional
Un regreso a la política de línea dura
La Casa Blanca defendió la decisión recordando que la Corte Suprema avaló restricciones similares durante el primer mandato de Trump, al considerarlas dentro de sus facultades presidenciales.
Para el gobierno, la medida busca presionar a los países afectados a mejorar sus sistemas de control y cooperación, aunque críticos advierten que las restricciones impactarán a miles de familias, estudiantes y solicitantes legítimos de visa.