La agencia KBRA mantuvo la calificación de la deuda soberana de México en BBB, lo que significa que el país conserva el grado de inversión, es decir, sigue siendo considerado confiable para los inversionistas internacionales
La ratificación asegura que México -y por lo tanto, el gobierno federal con sede en la Ciudad de México, donde se concentra la administración de la deuda pública- podrá seguir obteniendo financiamiento en los mercados internacionales y nacionales con tasas accesibles.
En la práctica, esto influye en el costo del crédito, las inversiones extranjeras y el tipo de cambio, factores que impactan en el bolsillo de las personas a través de los precios y las tasas de interés.
Las razones detrás de la decisión
Según KBRA, México mantiene una posición fiscal estable, un tipo de cambio flexible y un Banco de México independiente, tres factores que dan confianza a los inversionistas.
La calificadora destacó también el uso de coberturas petroleras y cambiarias, mecanismos financieros que sirven como una especie de "seguro" ante caídas del precio del petróleo o movimientos bruscos del dólar.
La agencia reconoció avances en recaudación de impuestos y manejo de deuda, pero advirtió sobre temas pendientes, como la situación financiera de Pemex y la necesidad de incentivar la inversión privada, que en los últimos meses ha mostrado un ritmo más lento, sobre todo en sectores industriales fuera de la capital.
KBRA resaltó que el T-MEC sigue aportando estabilidad a la economía mexicana y que el país tiene ventajas estratégicas, como su posición geográfica cercana a Estados Unidos y su población joven, lo que favorece la instalación de empresas que buscan reubicar sus operaciones en América del Norte.
Sin embargo, para que estos beneficios se traduzcan en crecimiento real, México necesita fortalecer su marco regulatorio y mejorar las condiciones para invertir, sobre todo en infraestructura, energía y logística, áreas clave que dependen de decisiones tomadas en la capital del país