México llama a diálogo ante tensión entre Estados Unidos y Venezuela

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, urgió este miércoles a Naciones Unidas (ONU) a asumir un papel activo para evitar un "derramamiento de sangre" ante la escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela.

La mandataria hizo un llamado a la solución pacífica de los conflictos y reiteró la postura de México de no intervenir en asuntos de otros países.

"Más allá de las opiniones sobre el régimen de Venezuela, sobre la presidencia de Maduro, la posición de México siempre debe ser no a la intervención (?) y un llamado a Naciones Unidas que asuma su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre", afirmó Sheinbaum en su conferencia diaria desde Palacio Nacional.

Las declaraciones de la presidenta mexicana se dan después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara un "bloqueo total" contra petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela. Esta medida representa una escalada importante en el operativo militar iniciado por Estados Unidos en aguas internacionales del Caribe, supuestamente para combatir al narcotráfico en la región.

Sheinbaum enmarcó su postura en la doctrina de política exterior mexicana, que se basa en los principios de no intervención, no injerencia extranjera, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias. La mandataria subrayó que México apuesta por canales diplomáticos y no por acciones de fuerza.

"Llamamos a que cualquier controversia internacional se utilice el diálogo y la paz y no a la intervención", expresó, y agregó que el sistema multilateral, liderado por la ONU, debe intervenir políticamente para contener el deterioro del conflicto, algo que, en su opinión, no se ha visto en el episodio reciente.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que "el régimen ilegítimo de Maduro está utilizando el petróleo de estos yacimientos robados para financiarse, el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro". Hasta el momento, no está claro cuántos petroleros se verán afectados ni las consecuencias exactas para la industria petrolera venezolana.

La tensión se intensificó la semana pasada, cuando el Comando Sur de Estados Unidos interceptó el petrolero Skipper, que transportaba crudo venezolano cerca de la costa de Venezuela, en el marco de operativos contra barcos supuestamente vinculados al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico Oriental. Este hecho marcó un giro en las operaciones de Estados Unidos en la región y aumentó la preocupación por un posible conflicto internacional.