Una investigación reciente publicada en la revista Thorax ha revelado un dato preocupante: las personas que consumen más alimentos ultraprocesados tienen un 41% más de riesgo de desarrollar cáncer de pulmón
Esta cifra no aparece de la nada. Proviene de un estudio observacional realizado con más de 100 mil personas, cuyo seguimiento se extendió por más de una década.
El hallazgo no solo genera una alerta sobre lo que ponemos en el plato. También se suma a una tendencia global que ya está teniendo consecuencias en la salud pública, y México no está fuera de esta ecuación.
¿Qué se entiende por ultraprocesado?
No hablamos solo de comida "chatarra". El término "ultraprocesado" abarca alimentos que han pasado por múltiples etapas de industrialización, con aditivos, conservadores, saborizantes y otras sustancias añadidas para hacerlos más duraderos y atractivos.
Entre los productos considerados por los investigadores están:
Estos alimentos suelen estar listos para consumirse sin preparación adicional, pero su conveniencia viene acompañada de un bajo valor nutricional y niveles altos de azúcares, grasas y sal
El estudio en números
Tipos de cáncer identificados:
Los datos se tomaron del Prostate, Lung, Colorectal and Ovarian Cancer Screening Trial, un estudio estadounidense que comenzó en los años noventa. Los participantes completaron cuestionarios detallados sobre su alimentación, lo que permitió hacer una relación entre los hábitos alimenticios y la aparición de distintos tipos de cáncer
Aunque el cáncer de pulmón se ha asociado históricamente con el tabaquismo, este estudio indica que el consumo elevado de ultraprocesados también es un factor relevante por sí solo, incluso después de ajustar variables como fumar o el resto de la dieta.
Quienes consumieron más ultraprocesados tuvieron:
Aunque este estudio no permite afirmar que comer ultraprocesados cause directamente cáncer, sí sugiere una relación lo suficientemente fuerte como para prestar atención. Y en un país donde las enfermedades crónicas ya representan una carga significativa para el sistema de salud, cada factor de riesgo cuenta.
Los autores del estudio reconocen que se trata de una investigación observacional, lo que significa que no prueba una causa directa, pero sí marca una tendencia que debe seguirse estudiando. Además, los datos sobre dieta se recopilaron una sola vez, por lo que no reflejan cambios a lo largo del tiempo.
En un mundo donde lo inmediato y fácil gana terreno, el costo de nuestras elecciones alimenticias puede ser mayor de lo que imaginamos. Y si bien cada cuerpo responde diferente, hay señales que no conviene ignorar