Entre entretenimiento y realidad: series que educan sin querer
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Entre entretenimiento y realidad: series que educan sin querer


Antes, ver televisión en México era sinónimo de reuniones familiares: tardes tranquilas frente al televisor, con la abuela cocinando, los hermanos discutiendo por el control remoto y la telenovela de fondo



La televisión ofrecía historias que se consumían con calma, sin notificaciones ni urgencias externas.


Hoy, las series más allá de entretener: muestran un espejo de la sociedad mexicana, donde la violencia, la desigualdad y la discriminación no son tramas ficticias, sino problemas que muchos viven a diario.



La ficción se convierte en una ventana hacia realidades que, de otra manera, podrían pasar inadvertidas



Violencia y desigualdad en pantalla

Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que las narrativas sobre narcotráfico entretejen hechos históricos con drama, pero también exponen cómo la corrupción y la impunidad alimentan ciclos de trauma colectivo.


La serie "Narcos: México" (2018-2021) retrata la creación del cártel de Guadalajara en los años 80, mostrando la violencia como engranaje de la desigualdad económica: para algunos marginados, el narco aparece como una falsa vía de movilidad social.



Escenas de masacres y traiciones familiares reflejan la realidad de un país con más de 100,000 desaparecidos desde 2006, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas



"Somos." (2021), inspirada en la masacre de Allende en 2011, presenta la violencia no como espectáculo, sino como devastación comunitaria.


Los sobrevivientes recurren a alcohol y drogas para sobrellevar el trauma, mientras los jornaleros rurales sufren discriminación y son invisibilizados por el Estado.


La serie humaniza a las víctimas, mostrando cómo la violencia afecta el tejido social y la memoria colectiva.


Por otro lado, a nivel internacional, "The Wire" (2002-2008) retrata dinámicas de desigualdad y crimen en Baltimore que recuerdan a ciertas zonas de Ciudad de México, donde la supervivencia y el narcomenudeo son el día a día de la trampa social.



Según la Revista de Comunicación de la Universidad de Guadalajara, estas series muestran además cómo la violencia afecta a las mujeres en un país con 10 feminicidios diarios, según ONU Mujeres



Conexión con la audiencia: empatía y conciencia

Estas historias generan resonancia y fomentan empatía. Un estudio de la UNAM sobre jóvenes mexicanos (18-40 años) indica que casi 3 de cada 10 siguen narcoseries por su valor informativo, relacionando tramas ficticias con la realidad social y política.


La identificación con los personajes aumenta la sensibilidad hacia víctimas y problemáticas sociales, provocando debates sobre corrupción, impunidad y violencia.


Espectadores de "Somos." reconocieron mayor conciencia sobre las masacres y, en algunos casos, promovieron peticiones ciudadanas por justicia.


Del mismo modo, series internacionales como "Por trece razones" generaron impacto en México sobre la salud mental, aumentando la búsqueda de apoyo psicológico y promoviendo campañas de la Secretaría de Salud.



La Asociación Psicológica Americana documentó un efecto similar en Estados Unidos, replicado aquí gracias a la difusión de información sobre depresión, que afecta al 15% de los adultos mexicanos



Riesgos y beneficios de la representación

La representación de problemas sociales en series ofrece beneficios y riesgos. Entre los beneficios está la sensibilización: "Somos." ha sido elogiada por Amnistía Internacional por educar sobre derechos humanos e impulsar foros sobre memoria histórica, en un país donde 7 de cada 10 víctimas de violencia no accede a justicia.


Los riesgos también son evidentes. La normalización de conductas negativas puede influir en jóvenes: el 18.8% ve apología al crimen en narcoseries, lo que podría romantizar la violencia del narcotráfico.


Algunas producciones, como "El Chapo", enfrentaron críticas por glorificar al crimen y por el impacto que esto puede tener en la salud mental juvenil.


Por otro lado, series como "María de Todos los Ángeles" muestran que la inclusión y la sátira social pueden generar empatía sin recurrir a la violencia. Esta producción (2009-2014) aborda la vida cotidiana mexicana, el primer amor, celos familiares y discriminación, usando la comedia para reflejar la realidad social de manera cercana y accesible.



Series internacionales como "Euphoria" son elogiadas por retratar adicciones sin prejuicio, pero también criticadas por glamorizar sexo y drogas



Series como espejo y catalizador social

En pocas palabras, las series reflejan la realidad de la sociedad mexicana, mostrando problemas como la violencia del narcotráfico, las diferencias económicas y la discriminación que muchas personas enfrentan y a veces pasan por alto en su vida diaria.


Al humanizar estos problemas -desde la masacre en "Somos." hasta la cotidianeidad y sátira de "María de Todos los Ángeles"- invitan a reconocerlos y desarrollar empatía que trasciende la pantalla, fomentando incluso acciones colectivas.


En un país donde el 36.3% de los hogares vive en pobreza, estas historias no solo entretienen, sino que educan de manera informal, aunque siempre con cuidado de no reforzar estereotipos que profundicen divisiones.



Al final, surge una pregunta sencilla: ¿nos vemos reflejados en estos personajes y usamos eso para dejar de ser indiferentes y hacer algo por la sociedad? Hoy en día, las series no solo cuentan historias: nos enseñan, nos emocionan y pueden motivarnos a cambiar 


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