Oaxaca vivió una jornada histórica el pasado 11 de julio, en el Parque Primavera Oaxaqueña donde más de 120 mujeres productoras de San Antonio de la Cal desplegaron 1 200 tlayudas; elaboradas con maíces nativos, en una línea de 350 metros para romper el Récord Guinness de la "línea de tlayudas más grande del mundo". Desde las 10:00 hasta las 14:00 horas, decenas de colaboradoras coordinadas por la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) y el municipio aplicaron técnicas ancestrales que superaron con creces la marca anterior de 500 tlayudas.
Para garantizar la inocuidad, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepriso) desplegó un operativo de vigilancia bajo la NOM-251-SSA1-2009. Un equipo de 40 verificadores inspeccionó estaciones de trabajo, distribuyó cubrebocas, cubrepelo y soluciones desinfectantes, y revisó el cumplimiento de prácticas como portar bata clara, uñas cortas y ausencia de joyería junto al lavado constante de manos.
Aunque las autoridades no han detallado públicamente el monto exacto del costo operativo, se sabe que la Expo Feria "Del Comal para el Mundo: La Tlayuda" fue financiada con recursos estatales de la Secretaría de Desarrollo Económico, apoyada por aportaciones del municipio de San Antonio de la Cal. Durante esos días, 45 expositores de las ocho regiones ofrecieron derivados del maíz, artesanías y bebidas tradicionales.
Además del ensamblaje del platillo, la Expo Feria ofreció actividades paralelas como presentaciones musicales, talleres creativos (pintura "Pintando Sabores"), lotería gastronómica y maridajes a cargo de la Asociación de Cerveceros de Oaxaca; durante la Guelaguetza 2025, la tlayuda también se promocionará en el Tianguis Gastronómico "Desde mis Raíces con sus Sabores", la Feria del Mezcal y la Feria del Tejate y el Tamal, reforzando su presencia en los espacios más concurridos de las fiestas del mes de julio.
Este logro reafirma la riqueza de la gastronomía oaxaqueña, patrimonio cultural inmaterial, fundada en 35 variedades de maíz nativo que, con técnicas ancestrales, dan vida a la tlayuda: un crujiente comal dorado untado con asiento de cerdo, frijol, quesillo y salsas tradicionales, emblema de identidad y orgullo comunitario