Mientras el Congreso de la Ciudad de México organiza una consulta pública para definir cómo debería funcionar el nuevo sistema de cuidados, organizaciones y especialistas advierten que la propuesta presentada por el gobierno capitalino deja cabos sueltos que podrían afectar directamente a quienes dependen de estos apoyos para vivir con autonomía: personas con discapacidad y personas mayores
La iniciativa busca atender desigualdades históricas en el reparto del trabajo de cuidados, que recae principalmente en mujeres.
Sin embargo, Human Rights Watch (HRW) asegura que la ley, tal como está escrita, no garantiza protección suficiente ni un acceso claro a los servicios necesarios.

Definiciones incompletas y riesgo de repetir modelos asistencialistas
Uno de los principales señalamientos es la falta de claridad sobre qué significa "apoyo" dentro del sistema. HRW advierte que la iniciativa no define los servicios específicos que deberían estar disponibles, como asistencia personal, apoyos en comunicación, acompañamiento para la toma de decisiones o servicios para la vida independiente.
Sin estos elementos, el sistema podría reproducir esquemas tradicionales donde la persona usuaria queda relegada a un papel pasivo.
Organizaciones defensoras también alertaron que la propuesta no garantiza que las personas con discapacidad o mayores tengan el control sobre sus arreglos de cuidado, un elemento reconocido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como parte del derecho al cuidado y la vida independiente
Consecuencias que ya se viven en hogares sin apoyos
HRW recuerda que la ausencia de alternativas de apoyo fuera del ámbito familiar puede derivar en ambientes de control, negligencia o incluso abuso.
En su informe de 2020, la organización documentó casos en cuatro estados, incluida la Ciudad de México, donde personas con discapacidad fueron restringidas o maltratadas por familiares debido a la falta de servicios públicos que permitieran vivir de forma independiente.
Una mujer con discapacidad física relató que lleva años sin poder salir sola porque su familia se lo prohíbe: "A veces siento que estoy en una prisión". Para HRW, este tipo de testimonios muestran por qué es urgente integrar apoyos reales en la ley.

HRW considera que esta etapa de consulta puede servir para fortalecer la iniciativa y alinearla con los estándares internacionales, de manera que el sistema de cuidados no quede como una promesa, sino como una herramienta real para impulsar autonomía, igualdad y seguridad