México recibió 51 mil 344 millones de dólares en remesas durante los primeros diez meses de 2025, lo que representa una caída anual de 5.1%, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Este descenso marca siete meses consecutivos a la baja, en un contexto marcado por la política migratoria más estricta de Estados Unidos, país desde donde proviene la gran mayoría de los envíos.
El país obtuvo 2 mil 746 millones de dólares menos en comparación con los 54 mil 090 millones de dólares recibidos entre enero y octubre de 2024. Para dimensionar este retroceso: es como si en diez meses hubieran dejado de llegar casi 3 mil millones de dólares, dinero que normalmente reciben miles de familias mexicanas para pagar renta, comida, deudas o medicinas.
La remesa promedio individual también disminuyó. Entre enero y septiembre, el envío promedio fue de 394 dólares, una baja de 0.4%. Además, el número de operaciones se redujo 5.2%, al registrar 116 millones de envíos, de los cuales 99.2% fueron transferencias electrónicas. Un ejemplo sencillo: si el año pasado se realizaban 100 operaciones, ahora se hacen apenas 94.

Solo en octubre, México captó 5 mil 635 millones de dólares, lo que significó una caída de 1.7% respecto a octubre de 2024. Banxico explicó que esta baja se debe principalmente a que hubo 5.4% menos envíos, aunque cada envío individual aumentó su valor 4%, al pasar de 387 dólares en 2024 a 394 dólares este año.
Las remesas enviadas desde México hacia otros países también se contrajeron. En octubre, los residentes en México mandaron 98 millones de dólares, una disminución de 8% anual. Aunque es una cifra mucho menor comparada con los ingresos, refleja un menor flujo económico hacia el exterior.
En los últimos doce meses (de noviembre de 2024 a octubre de 2025) el flujo acumulado de remesas alcanzó 62 mil millones de dólares, una cantidad muy similar al periodo previo, cuando se registraron 62 mil 096 millones de dólares. A pesar de este comportamiento estable, México venía de once años consecutivos de crecimiento y un récord histórico en 2024, cuando cerró con 64 mil 745 millones de dólares.
La caída reciente coincide con el 1% de impuesto impuesto en junio por Estados Unidos para remesas enviadas en efectivo, giros postales o cheques de caja. Como respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, implementó un programa para reembolsar ese impuesto a los connacionales, argumentando que la medida de Estados Unidos viola el acuerdo bilateral de 1994 que prohíbe la doble tributación.
Actualmente, los mexicanos representan casi la mitad de los once millones de personas indocumentadas en Estados Unidos, y las remesas equivalen a cerca del 4% del PIB de México. Esto confirma su importancia: sin este ingreso, miles de familias perderían uno de sus principales soportes económicos y el país dejaría de recibir uno de sus flujos externos más fuertes.