La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que la inseguridad y la extorsión se han convertido en una amenaza directa para el desarrollo económico, el empleo y la inversión en el país, especialmente en la franja fronteriza
La violencia y la extorsión se han convertido en una barrera directa para el crecimiento económico del país. Tan solo entre enero y septiembre de 2025 se registraron 8 mil 585 víctimas de extorsión, un incremento de 5.2% respecto al mismo periodo de 2024.
De esos casos, casi 12% ocurrió en los municipios fronterizos, una zona vital para el comercio exterior, pero cada vez más asediada por la inseguridad.
En esa franja, que abarca seis estados y más de 3 mil 200 kilómetros de extensión, uno de cada cuatro asesinatos del país ocurre en algún punto del territorio.

El dato no solo muestra la magnitud del problema: retrata cómo la violencia se ha normalizado en regiones donde se concentra gran parte de la industria y la inversión extranjera.
Extorsión, el impuesto ilegal que asfixia a las MiPyMEs
De acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la seguridad no es un lujo ni un complemento del desarrollo, sino su condición mínima de existencia.
Los cobros de piso, las amenazas y los secuestros han puesto contra las cuerdas a miles de micro, pequeñas y medianas empresas, que son la base productiva de las comunidades.
Cuando un negocio cierra por miedo o por extorsión, no solo se pierde una fuente de ingreso: se pierden empleos, oportunidades y confianza.

En palabras del sector empresarial, "sin seguridad no hay inversión, ni empleo, ni desarrollo posible"
La cifra negra: solo se denuncia el 3% de las extorsiones
Entre julio y septiembre de este año, la Estrategia Nacional Antiextorsión reportó 59 mil 283 llamadas relacionadas con el delito.
Aunque tres de cada cuatro intentos no se concretaron, casi 6 mil sí derivaron en una carpeta de investigación. Pero el problema real está en la cifra oculta: el 97% de los casos no se denuncia.
En otras palabras, por cada extorsión registrada oficialmente, hay más de 30 que permanecen fuera del radar institucional.

Este subregistro impide diseñar políticas efectivas y deja en la indefensión a quienes viven o trabajan bajo amenazas cotidianas
Frontera norte: motor exportador bajo asedio
La frontera norte concentra el principal corredor económico de México, donde operan industrias automotrices, maquiladoras y centros logísticos clave. Sin embargo, también es una zona marcada por el tráfico ilegal de personas, el contrabando y la disputa territorial entre grupos criminales, lo que eleva el riesgo para las empresas y el personal que labora allí.
A ello se suma el impacto humano: más de 135 mil personas permanecen desaparecidas en el país, y una parte significativa de esos casos se concentra en estados fronterizos como Tamaulipas y Nuevo León. La impunidad, advierte Coparmex, erosiona la confianza en las instituciones y debilita el Estado de Derecho.
Aunque en algunos puntos del país se perciba una aparente calma, advierte Coparmex, esa tranquilidad no puede depender de acuerdos informales ni de circunstancias momentáneas. La paz verdadera requiere instituciones sólidas, policías profesionales y un Estado que garantice la ley.

Porque sin seguridad, dice el organismo, no hay economía que resista. La extorsión no solo daña la producción: destruye el tejido social y la confianza colectiva. Y sin confianza, ningún proyecto de país puede sostenerse