México enfrenta una crisis de inseguridad que sólo es equiparable con la de aquellos países que se encuentran en guerra.
Prueba de ello, es que en el Índice de Crimen Organizado del Banco Mundial, el país ocupa el tercer lugar solo por debajo de Myanmar, el cual, a diferencia de México, vive una guerra civil desde el 2021.
No obstante, los recursos económicos y humanos destinados por parte del Estado para pacificar el territorio están muy por debajo de lo necesario.
Datos del Censo Nacional de Seguridad Pública Federal y Estatal 2025 del INEGI, reflejan una cruda realidad sobre la estrategia de seguridad en México: el país destina un presupuesto que lo ubica muy por debajo de sus pares y de los estándares internacionales.

Al comparar la tasa de policías con la de otras naciones, la deficiencia mexicana es evidente.
Mientras que organismos como la ONU sugieren un estándar de 2.8 policías por cada 1000 habitantes, México apenas alcanza una tasa de 1 policía por cada 1000 habitantes.
En contrate, España, cuenta con más de 4 policías por cada 1000 habitantes, mientras que Brasil, país con una economía muy similar a la mexicana, mantiene una tasa superior a los 3 uniformados.
Por su parte, Estados Unidos, cuenta con aproximadamente 2.4 elementos de seguridad por cada 1000 habitantes, es decir, México opera con menos de la mitad de los elementos que EE. UU. y con apenas un cuarto de los que tiene España.

El bajo número de elementos de seguridad en México es un reflejo de una inversión históricamente baja.
Con un gasto anual estimado de solo 2 mil 600 pesos per cápita, México se posiciona como el país con el gasto más bajo entre los miembros de la OCDE.
Este monto contrasta fuertemente con la inversión realizada por sus pares: Estados Unidos, por ejemplo, gasta cerca de $13 mil 620 pesos por habitante, más de cinco veces la cifra mexicana.
España, se alinea con el promedio de la OCDE, invirtiendo aproximadamente $7 mil 880 pesos per cápita.
Incluso el promedio de la CEPAL, que incluye a Brasil y otros países latinoamericanos, se sitúa cerca de los $3 mil 960 pesos, superando el esfuerzo de México.
Los bajos salarios que reciben las fuerzas del orden en México también son un factor crucial en el fracaso al combate de la inseguridad.

Al mes, integrantes de las policías estatales y de la Guardia Nacional ganan en promedio 10 mil pesos brutos, mientras que en Estados Unidos, el salario de estos funcionarios es de aproximadamente, 116 mil pesos mensuales, en España es de 40 mil pesos y en Brasil es de entre 20 mil y 25 mil pesos.
En esencia, la estrategia de seguridad de México es una paradoja letal: enfrenta una violencia de nivel bélico con recursos y salarios de miseria, garantizando la impunidad del crimen y la precarización de la policía, lo que vuelve imposible la pacificación del país.