Desde las paredes de tu casa hasta la masa de tus tortillas, la cal es un ingrediente silencioso que ha acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales
Se usa para desinfectar y neutralizar malos olores en corrales y sitios rurales, gracias a sus propiedades antibacterianas. Además, en varias comunidades, la cal ayuda a tratar el agua, eliminando impurezas y haciéndola más segura para el consumo.
Aunque hoy sigue siendo útil, su uso se remonta a civilizaciones mesoamericanas que dominaron esta tecnología ancestral.
En una charla que conecta ciencia, historia y cultura, el ingeniero químico e investigador José Barba Pingarrón recordó en la UNAM, la relevancia de la cal en las civilizaciones mesoamericanas, un material que fue mucho más que simple polvo blanco
¿Por qué la cal fue tan importante para las culturas antiguas?
La cal no solo era polvo blanco; era una herramienta fundamental en varios aspectos de la vida cotidiana y cultural:
Alimentación: La cal es clave en la preparación de masa para tortillas, tamales y otros platillos esenciales.
¿Cómo se obtiene y transforma la cal?
El proceso empieza con rocas calizas, sedimentos formados en el fondo del mar que llegan a la superficie por movimientos tectónicos. Para producir cal:
Al mezclar la cal viva con agua, se crea la "cal apagada" (hidróxido de calcio), una pasta moldeable y versátil.
Tecnología ancestral que desafía el tiempo
El uso de la cal permitió a los mayas construir estructuras con ángulos imposibles de hasta 80 grados. En comparación, ciudades como Teotihuacan o Cholula tenían ángulos mucho menores (25-30 grados).
Sin la cal, esos edificios se habrían derrumbado. Además, en lugares como Palenque y Calakmul, la cal sirvió para crear mascarones, relieves, arcos y bóvedas que aún asombran por su belleza y técnica.
En Teotihuacan, se usó en millones de metros cuadrados de muros, pisos, techos, calles y plazas, logrando acabados finos a pesar de la ausencia natural del recurso en la región
Quizá el uso más revolucionario fue la nixtamalización: tratar el maíz con cal para facilitar la preparación de masa para tortillas, tamales y tostadas.
Este proceso permitió aprovechar mejor la energía y nutrientes del maíz, un aporte único de Mesoamérica al mundo.
Más allá de la antigüedad: un legado vivo
Durante la época colonial, la cal siguió siendo fundamental, combinándose con técnicas europeas para crear murales en iglesias y conventos. También se usó para impermeabilizar depósitos de agua y sistemas de almacenamiento y tuberías en sitios arqueológicos como Xochicalco.
Lo que parece un simple material revela una historia profunda que une geología, tecnología y vida cotidiana en Mesoamérica. Gracias a la cal, esas civilizaciones no solo construyeron y decoraron, sino que también alimentaron y conservaron a su gente con métodos que hoy siguen vigentes y fortalecen la identidad mexicana.
¿Te imaginas qué sería de nuestra cultura sin un ingrediente tan sencillo pero tan poderoso como la cal?