Persiste la problemática del relleno sanitario de Manzanillo. El panorama actual son incendios, acumulación descontrolada de biogás, derrames de lixiviados, derrames peligrosos y la falta de protocolos técnicos actualizados.
Manzanillo es el municipio que más basura recibe en el estado, un promedio de 205 toneladas diarias, cifra que ha llegado a aumentar en temporadas turísticas y festivas hasta las 250 toneladas.
"No pueden con un problema para resolver un tema de la basura que es de las prioridades, no deberían de andar distraídos en fiestas, en pachangas, vienen a presumirnos que trajeron artistas top, ¿Quién los pagó, de dónde salió el dinero?", así lo señaló en el pleno del Congreso del Estado el diputado panista, Jesús Alberto Partida Valencia.
A partir del año 2019 se agravo el problema con un incendio, posteriormente el 19 de octubre del 2020 el IMADES clausuró el relleno sanitario por manejo irregular y derrame de lixiviados, diez días después se gestionó para su apertura temporal por las más de mil toneladas de basura que había en calles, ésto hasta que se llegara a una solución estructural.
Sin embargo no hubo solución, en octubre del 2022 la PROFEPA lo clausuró nuevamente por derrame de lixiviados, la administración municipal se comprometió a realizar adecuaciones.
En este año el relleno continúa con problemas, aumentando los riesgos y multiplicando costos, reconoció la alcaldesa Rosa María Bayardo Cabrera.
"Especialmente todo lo que tiene que ver con los derrames líquidos tóxicos conocidos como lixiviados y esto tiene ya aproximadamente 5 ó 6 años estos llamados a hacer correcciones".
Lo que se traduce en una desatención por parte de las autoridades y una serie de incumplimientos a las normativas ambientales.
"Esa actitud contribuyó a que nuestro relleno sanitario se convirtiera en una verdadera bomba de tiempo que es lo que tenemos hoy, no sólo queda menos tiempo de vida útil de este relleno sino que tiene riesgos constantes".