Estado incapaz de dar educación superior a quienes lo demanden

Las universidades privadas juegan un papel importante en la educación del país, ya que atienden a 4 de cada 10 estudiantes del nivel superior, según datos de la Secretaría de Educación Pública del ciclo escolar 2022-2023.

La mala noticia, es que no todas cuentan con una debida regulación, señaló el profesor investigador de la Universidad de Colima, Juan Carlos Yáñez.

"La importancia de la educación privada es mucha en términos cuantitativos, luego habría que revisar la calidad de las instituciones porque cuando hablamos de educación privada metemos en el mismo saco instituciones de todos tipos hablando de la educación superior, instituciones de gran prestigio como el Tec de Monterrey, o como la Autónoma de Guadalajara o la Ibero que aparecen en el ranking internacionales, luego tenemos un montón de instituciones de otra categoría en términos de la matrícula que atienden y luego tenemos muchísimas instituciones de baja calidad, las famosas universidades patito / por eso es complicado para la secretaría de educación atender la exigencia que tenemos algunos de regular mejor de manera más fina, porque prácticamente cualquiera con una casa abre una institución de educación superior y a la vuelta del tiempo se convierte en una universidad sin ningún control de calidad / pero quién se va a meter a eso, por ejemplo en la educación superior, porque si metes un filtro estricto a lo mejor cercenas muchas de estas instituciones y a lo mejor se te cae el porcentaje de estudiantes que están inscritos en la educación superior, es un tema técnico, es un tema legal y político / la educación privada lo que hace es complementar, en algunos casos sustituir la acción del estado, el estado es incapaz, en el país es incapaz de dar la educación superior a todos los que demanden, por eso la educación privada aparece como una especie de salvación, un salvavidas a los que no entran a instituciones públicas y que ahí encuentran en instituciones a veces becados como es el caso de Colima, un espacio para seguir estudiando, la pregunta es si vale la pena sacrificar la calidad a costa de la cantidad de personas que están estudiando".