José Fermín Hernández Orozco es uno de varios jóvenes que buscan ganarse la vida limpiando parabrisas de automóviles en diferentes cruceros viales de Colima y Villa de Álvarez. Desde hace cinco años corre entre vehículos pidiendo permiso para hacer su trabajo y esperar una moneda a cambio, aunque la mayoría de ocasiones solo recibe rechazo.
"Me siento bien así, haciendo esto y nos critican y todo lo que sea pero aquí estamos trabajando y echándole muchas ganas, sí. ¿Qué es lo que te critica la gante? Pues, pues nos hace indiferencias, pero realmente lo que le digo a la gente, como yo soy cristiano, yo les digo que Dios lo bendiga y que les vaya bonito", mencionó Fermín.
Fermín es originario de Jiutepec, Morelos, y desde hace aproximadamente 2 años radica en Colima. Afirma que gente de las calles lo adoptó y lo apoyó en sus momentos difíciles, por lo que ahora trata de respaldar a quién lo necesite.
"Ahorita gracias a Dios es la satisfacción más grande de que pude ayudar a muchas personas, sí, la verdad ni el gobierno no ha ayudado como yo he tratado de ayudarles. Les he comprado jaladores, muchas cosas. El apoyo, el apoyo no solamente cuando necesita económicamente, sino cuando se quiere se puede.
Reconoce que no siempre son días buenos, pero aun así en todo momento trata de esforzarse para poder reunir entre 200 pesos o más y sostener a sus dos hijos y esposa, los cuales, asegura, son el motivo principal para no dejar de echarle ganas.