Después de más de un mes del recrudecimiento de la violencia en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez, comerciantes del centro histórico de la capital continúan resultando afectados, pues sus ventas han caído de 50 a 60% por la baja afluencia de consumidores y el recorte de horarios, pero también porque van en aumento los intentos de extorsión.
"Nosotros teníamos la esperanza desde enero de que pues empezaran a normalizarse, más que subir las ventas a normalizarse de los años anteriores". / "En general todos han tenido pérdidas, unas menores otras mayores, pero sí se ha resentido y hay un fenómeno un poco más fuerte que la misma pandemia, se siente más dificultad que en la misma pandemia", expresó Mario Baeza Ramírez, Presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro y Calles Aledañas.
Por el momento ningún negocio del centro ha cerrado sus puertas en forma definitiva a causa de la inseguridad, no obstante el dirigente empresarial reconoció que sí hay comerciantes que han expresado su intención de parar actividades por estos problemas.
"Se está dando también un proceso de, de las extorsiones por teléfono; mucha gente no lo quiere decir abiertamente porque de alguna forma están amenazados o tienen cosas, el temor pues en ese aspecto de la, lo que es la extorsión" / "Muchos de esos que están tratando de hacer extorsiones ni siquiera son de los que anda peleando y eso, son gente que aprovecha las situaciones".
En los tres primeros meses del años, negocios como La Rosquilla Illa y Outlet el Gatazo, sucursal Pino Suárez de la ciudad de Colima, han expresado abiertamente en las redes sociales su cierre definitivo a causa de la inseguridad que se vive en el estado.