La expansión del puerto de Manzanillo hacia el vaso II de la laguna de Cuyutlán ha encendido las alarmas en la sociedad civil, quienes advierten que el proyecto amenaza con provocar un grave daño ambiental y la pérdida del patrimonio arqueológico en la entidad.
"Hay monumentos piramidales y la isla tiene uno en particular que es una cueva que parece que tiene conexión con el mar // indudablemente sería una pena que perdamos porque es parte del derecho a la cultura, el derecho al territorio". Señaló el Fotoperiodista, Rafael Cruz.
En respuesta a la controversia que ha generado el tema, la presidenta Claudia Sheimbaum, dijo lo siguiente.
"Hay quien dice, es que van a dañar el ambiente, no, se están haciendo todos los estudios para la laguna para que no tenga afectación grave". Mencionó la Presidenta de México, Claudia Sheimbaum Pardo.
No obstante, la reciente declaración de la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra, ha incrementado la exigencia de mayor transparencia.
"Está planteando una pérdida de vegetación de 222 hectáreas de vegetación en donde 97 son de manglar, 48 de selva baja, 76 de vegetación halófita, por eso tenemos que plantear medidas de mediación o compensación". Advirtió Alicia Bárcena Ibarra, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia en Colima informó que realizarán trabajos de salvamento arqueológico en 300 hectáreas de la Isla Cocodrilos.
"Vamos a tener que escarbar, rescatar lo que está en las islas y de eso someterlo a estudios // eso lo tendrá que absorber el promovente del proyecto". Dijo Ignacio Martínez de la Rosa, Director del INAH Colima.
Hace unos días se llevó a cabo una consulta ciudadana para revisar las implicaciones o impactos ambientales del proyecto, encuentro en el que participaron; académicos e investigadores, asociaciones, organizaciones y ciudadanos.