La omisión de cuidados y abandono de menores está tipificado como delito en el Código Penal. En México 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes han sufrido descuido o negligencia, la omisión de cuidados básicos, el abuso psicológico, el abuso sexual y el abuso físico.
"Regularmente son vecinos o personas que están en la colonia que empiezan a identificar que en cierto domicilio hay ciertas conductas; hay niños que se encuentran solos, niños que son golpeados, vulnerados, que pareciera que no los atienden o que no les proporcionan alimentación", así lo explicó Jacobo Andrés Vite Campos, coordinador de asistencia jurídica del DIF Villa de Álvarez.
"¿Y qué pasa cuando los deberes o las obligaciones que tienen los papás para con sus hijos no se cumplen?, pues viene desde la comisión de algún delito o también la obligación por parte de algún otro familiar para que lo atienda", señaló el abogado Ángel Durán Pérez, asesor jurídico de víctimas.
En el municipio de Villa de Álvarez el DIF registra en promedio dos o tres reportes por mes de estas situaciones, los casos detectados son de niños que dejan de ir a la escuela, no les brindan alimentos necesarios o sus padres no los llevan al médico.
"Lo que hacemos es precisamente acudir con el área de trabajo social, acompañada también de su servidor como jurídico, y hacemos una detección para registrarlo a través de nuestros reporte y con eso poder dar intervención a algunas otras autoridades", así lo mencionó Vite Campos.
Algunas de las causas del descuido infantil se deben a la violencia doméstica, problemas de adicciones de los padres, la falta de preparación para la crianza o simplemente la repetición de patrones familiares aprendidos.
"Nos hemos dado cuenta que han aumentado también las denuncias en contra de padres de familia ante las autoridades penales por el descuido de los niños, y es que cuántas veces no hemos visto que los niños andan en la calle, en algunas ocasiones en algunos barrios sin zapatos, sin calzado se ve el descuido", detalló Ángel Durán.
Sin embargo, ninguna de las causas justifica el abandono de los derechos fundamentales de niñas, niños o adolescentes.