Alejandra es madre soltera y hoy en día su situación económica ha empeorado a raíz de la declaratoria de emergencia sanitaria por el Covid-19, pues hace aproximadamente tres semanas fue dada de baja de su trabajo como mesera de restaurante, de uno los hoteles del Puerto de Manzanillo.
En plática con Meganoticias, Alejandra, quien pidió omitir sus apellidos, compartió que esperaba con ansias la llegada de la temporada vacacional de Semana Santa, ya que como meseros obtienen buenas propinas, incluso superiores a su sueldo normal. Sin embargo fue despedida y todo su panorama económico cambió por completo.
"Hace aproximadamente tres semana, donde las semanas que venían eran para nosotros como mesero muy buenas, porque las propinas pues de verdad sí, pues estábamos ganando muy bien en propinas, cosa que ahorita nada de eso, no hay nada. Tres semanas sin trabajo, tres semanas de buscar qué llevar de comer a la casa y qué andar, pues, buscando algo, porque en realidad no tenemos nada. Eso era de gran ayuda para nosotros, pues un trabajo más o menos y con las propinas pues estaba muy bien, pero ahorita nada. Aproximadamente, que eran temporada de vacaciones, me sacaba dos mil pesos en propinas, aparte del sueldo que yo tenía".
Señala que cuando fue dada de baja, el único argumento que recibió fue que ya no le podían pagar porque cerrarían el hotel a causa de la contingencia.
"No pues eso, que tenían que cerrar y que nosotros, ahora sí que, pues ya no nos podían pagar, ya no nos podían tener ahí y que todo se iba a cerrar y que no nos podían seguir empleando a nosotros".
Sin trabajo, Alejandra reconoce que ha tenido que recurrir a préstamos para seguir subsistiendo, pero sobre todo para tener qué comer ella y su hija de apenas 4 años, pues señala que no cuenta con ningún tipo de apoyo gubernamental.
"Pues ahora sí que, con poquito, muy poquito, haciéndolo rendir al día y, pues, en préstamos ya después se verá cómo vamos a empezar a pagar porque ahorita es lo que nos queda. No tenemos ningún apoyo, no tenemos apoyo de gobierno ni de grupos de algo, no hay nada. Solo hay que buscarle así, para que podamos comer".
Finalmente, la joven de 24 años de edad reconoce que su panorama no pinta bien, pues también se le han juntado adeudos de los servicios básicos para su hogar, como la energía eléctrica y el agua potable.