Una promesa hizo que Jaime González regresara a su natal San Pedro, Coahuila, antes de la llegada de Donald Trump al poder y con él, el inicio de las redadas migratorias que actualmente tienen en vilo a miles de migrantes en Estados Unidos.
"Cuando me fui hablé con mis hijos, en ese tiempo el más chico no comprendía todavía, pero el mas grande sí y yo quedé con ellos de que eran tres años, se me cumplieron los tres años y me voy".
Partió en octubre de 2021 rumbo a Texas. Cruzó el Río Bravo por Piedras Negras y posteriormente el desierto. Tardó cinco días en llegar a su destino para trabajar en diferentes áreas de la construcción, jardinería y plomería; algunas las conocía, otras las aprendió sobre la marcha. En su estancia conoció a compatriotas de Jalisco y Zacatecas, y experimentó el llamado sueño americano.
"Se sacrifica mucho, se gana mucho, o en ocasiones se sacrifica todo y se pierde todo porque he conocido gente que se fue y ya no regresó, o gente que se fue y perdió la familia".
Para las familias, y en general para México, las y los migrantes son parte esencial de la economía nacional. Tan sólo en 2024, las remesas marcaron un récord al superar los 64 mil millones de dólares, de los cuales 951.2 millones de dólares correspondieron a Coahuila. Torreón fue el municipio que mayor cantidad recibió en la entidad, con 256.4 millones mdd.
Jaime regresó a México en diciembre del año pasado. Sin embargo, aún recuerda con gratitud el tiempo que pasó trabajando en Texas y las amistades que forjó. Hoy, lamenta que muchos de sus compañeros enfrenten riesgos de deportación.
"Espero que les siga yendo bien, que las complicaciones que se están dando ahorita por aquel lugar se superen. Es muy valioso el trabajo que ellos realizan, así en general. Espero que no nada más ellos, a todos, les sigan echando ganas."
Su mensaje es de aliento, pero también de esperanza, pues confía en que la situación mejore para quienes, como él en su momento, dejaron todo atrás por un sueño.