Rehabilitar o violentar: el lado oscuro de los anexos

Los llamados anexos o centros de rehabilitación para personas con adicciones operan en muchos casos sin la regulación ni el control médico necesario, lo que ha derivado en denuncias por maltratos, abusos y prácticas cuestionables. Aunque algunos funcionan con buena intención, el Criminólogo, José Abel Saucedo Romero, advierte que la falta de supervisión y profesionalización pone en riesgo la salud e integridad de los internos.

"Los conocidos como anexos se refieren a los centros de rehabilitación para personas con adicciones pues operan más bien con muy buena intención por decirlo así, buena voluntad más que un buen control científico que es el que debería de haber o médico adecuado, desgraciadamente tienen mala fama por los malos tratos y prácticas cuestionables que se han detectado y denunciado, eh, no se tiene a ciencia acierta un control sobre el método científico de sanación que se llevan a cabo y existen muchos maltratos. El problema por ejemplo cuando los vemos en el boteo un buen centro de desintoxicación no debería tener esa situación de boteo, más bien siento que esos centros los utilizan como negocio de algunas personas, porque, incluso, cobran una equis cuota que a lo mejor no es la suficiente pero eso no justifica que tengan que salir a botear, y bueno no son pocas las instituciones que han detectado que tienen disciplina severa, golpes, tenemos un caso de una mujer que ha estado en 19 albergues y el asunto es que en esos 19 albergues los padrinos o la vejaban o la violaban en un momento dado que es algo muy triste // debemos dejar de ser hipócritas y empezar a vigilar más las cuestiones de alcoholismo es muy frecuente que veamos en fiestas; piñatas, cumpleaños de menores en que los adultos estamos ingiriendo bebidas alcohólicas y simplemente le están diciendo al menor que esa es una buena opción y peor cuando la mamá o papá le dan a ingerir bebida alcohólica y que hasta aquí están incurriendo en cuestiones penales".