Desde hace cinco años Rocío Martínez vende tuba compuesta por las principales calles de Villa de Álvarez, oficio que de forma tradicional lo aprendió de su padre, quien fue vendedor de tuba durante 30 años.
"Fui aprendiendo poco a poco y también él me enseñó porque es una herencia de familia, una tradición, todos mis hermanos venden y yo también".
Los principales ingredientes para preparar esta refrescante bebida colimota extraída de la palma de coco son productos naturales como la manzana y el pepino.
"Mi papá la preparaba y yo a veces le pedía que me dejara para venderle a los vecinos y así fue que le empecé a agarrar el amor a la venta de la tuba".
El proceso de preparación consta de entre 30 y 40 minutos para después salir a las calles a calmar un poco el calor de la tarde vendiendo la tuba en negocios, tianguis, talleres y autolavados.
"Tradicionalmente entre semana preparo de 10 a 12 litros de tuba; y sábado y domingo preparo de 7 a 8 litros que es cuando la venta baja por el tianguis y también el sol sale para todos, también hay que dejarles algo".
A la señora Rocío pueden encontrarla todos los domingos en el tianguis de Villa de Álvarez, y entre semana sobre las avenidas Benito Juárez, Pablo Silva García y Tecnológico.