Durante siete años Estela ha trabajado como empleada doméstica en tres casas diferentes, en todos sus años nunca ha recibido prestaciones de ley por parte de sus patrones, con quienes, aunque tienen buen trato, no le ajusta para sobrevivir con lo que le pagan.
"Nunca han accedido porque ellos dicen que ellos con el hecho de pagarnos ellos piensan que ya con eso nos podemos ir y salir adelante, nunca se han prestado a una prestación."
La sobrecarga de trabajo la tiene que superar como pueda puesto que sus necesidades diarias la obligan a mantener estos tres trabajos, por lo que parece que no tiene el lujo de enfermarse.
"Pues trabajo en tres casas diferentes porque soy mamá soltera y tengo dos hijos que están estudiando, uno está ahorita en psicología y el niño está en bachillerato y pago renta y los visto y los calzo y si no le hago así ya no salgo adelante."
Sin seguro ni prestaciones, es incapaz de recibir un sueldo por vacaciones y ni se diga para gastos médicos, donde si se enferma de todos modos acude al trabajo. Sólo cuando ya no puede más pide permiso para faltar, pero la situación no cambia.
De hecho, ayer yo falté porque siento mi cuerpo bien mal, me duele mucho y mucho dolor de cabeza, falté ayer, pero me rebajan bien mucho, por eso yo prefiero trabajar, y a parte pues me hace falta para mis pagos.
Asegura que incluso cuando pide el apoyo sus patrones le dan vueltas al asunto y aunque le dan permiso de faltar no le pagan o le descuentan ese día de trabajo.