En la sociedad permanece la cultura de venerar a distintas imágenes o santos de acuerdo al lugar en el que se encuentren, a quienes se encomiendan con la fe de que les otorgarán protección ante algún desastre natural, cuestión de salud o de seguridad.
Ejemplo de ello, en los municipios de Colima, en donde, la mayoría tiene a su santo patrono. En Tecomán se trata de la Virgen de la Candelaria, para Colima el Señor de la Expiración, en Comala la Virgen de Guadalupe, entre otros.
"Cada año se ha calculado en Tecomán aproximadamente 30 mil personas se han congregado en la festividad religiosa de la virgen de la candelaria/ahorita el día 2 estábamos en semáforo anaranjado y, sin embargo, la fe movió más a las personas, es decir, también desafía la parte lógica de una sociedad".
Refirió que, a estas alturas, la fe hacia esas figuras protectoras sigue siendo muy grande.
"Sí es de analizar, tomar en cuenta y ponderar, inclusive que, pese a los peligros estas manifestaciones se están dando y se siguen dando, sí influye en las personas y hace poco que pasó lo del Señor de la Expiración, no fui pero vi las imágenes había cientos o miles de personas".