Los hechos de violencia continúan en aumento, igual que el miedo y la incertidumbre de los colimenses.
En el centro de Villa de Álvarez, comercios ya resienten los estragos de esta ola de inseguridad, por lo que han tenido que modificar sus horarios para evitar exponer a sus trabajadores y clientes.
"Estábamos abriendo de las 7:00 a 3:00 de la tarde, ahorita estamos abriendo entre 8 y 8:30, cerramos 2 o 2:30 y sí la afluencia de la clientela ha bajado mucho".
"Tratamos de cerrar entre 7 y 7:30 antes cerrábamos a las 8:30 pero se pone solísimo y tratamos por la misma seguridad irnos temprano".
"Con los últimos acontecimientos hemos tenido que cerrar hasta dos horas antes y económicamente no nos está ayudando nada la gente no quiere salir y si nos ha afectado seriamente/pero de aquí vivimos y tenemos que luchar estar y procuramos estar más tiempo para poder".
Además de la pandemia, esta racha de violencia ha puesto en riesgo la permanencia de sus negocios.
Por ello, con toda la fe, confían en que pronto pasará este trago amargo.
"Que ya pase esto porque la verdad estamos viviendo mucha merma económica por tanta inseguridad y hay que echarle ganas y que ya pase este trago amargo que estamos viviendo"
"De hecho con la pandemia los primeros meses estuvo solo pero después la gente empezó a agarrar el ritmo, de hecho estábamos ya todo perfecto pero de repente con esto quedó peor, creo que está peor que la pandemia porque la gente tiene miedo de salir de sus casas".
"Ha sido una cosa tras otra, aunque esta la siento más grave, con la pandemia la gente había quienes tenían la conciencia pero había un poquito más de venta y ahorita la gente es temerosa totalmente, ni siquiera salir a caminar, que el jardín se ve solo en días que comúnmente está lleno ahora está solo".
Los comerciantes, llamaron a la población a seguir consumiendo sus productos, pues de ello se mantienen y viven varias familias villalvarenses.