Vivir con sífilis

"Hace un mes que me detecté en mis zonas íntimas una ampolla, no me dolía ni nada, entonces la dejé pasar. Pero como a la semana a las semanas se me rompió como que se me cayó. Se me hizo un, se me puso duro, así una mancha dura y no sentía nada cuando me tocaba ahí. Entonces ya por eso mejor vine a consulta."

Una de sus parejas, que estaba embarazada, le informó que en una de las revisiones que tuvo le diagnosticaron Sífilis, se alarmó más. Al acudir al médico sus sospechas se comprobaron, pues había contraído la misma enfermedad, él no sabía que era la enfermedad ni cómo detectarla.

No se siente tanto, me explicaron que hasta se puede morir uno y que se empiezan a sentir cosas después si pasan meses sin tratamiento. Pero lo que se siente feo es tener algo así y saber que también pudo haber contagiado a otras personas."

Una vez que le empezaron a tratar la enfermedad, le inyectaron penicilina y le advirtieron que fue afortunado, pues llegó en un punto en el que se puede tratar, fue ahí donde le enseñaron cómo prevenir contagiar a sus parejas.

"A mí me da vergüenza decirles, si les he comentado cuando estamos en algún lugar que hay chavas, que dicen pues hay que invitarlas a ver que sale luego, yo me medio aíslo porque ya sé que es lo que traigo y lo que puede pasar."

Recordó que de haber sabido a tiempo cómo cuidarse lo habría hecho sin pensarlo, pues entre las consultas, las inyecciones y el miedo a la discriminación de la sociedad, el protegerse no le parece una molestia, e invitó a quienes llevan una vida sexual activa a usar condón para evitar contagiarse de una infección venérea.