En Sinaloa alrededor de 590 mil personas subsisten de las actividades agrícolas del Estado, por lo que la situación actual de este sector lastima severamente la economía de la entidad.
Desde el inició de la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, la agricultura se ha visto abandonada, del 2018 al 2020 este abandono pudo superarse por los precios que otorgaba el mercado internacional de granos; sin embargo la en el 2021 el conflicto por la comercialización de granos explotó.
Los agricultores señalan que para el momento en que se volvieron a necesitar las instituciones de apoyo a la agricultura, el gobierno de López Obrador ya las había desmantelado por completo.
En Sinaloa existen diversos factores de vulneran esta actividad; la falta de apoyos, la violencia, la sequía y la inflación han ocasionado que algunos agricultores opten por abandonar sus tierras y dejar de cultivar.
De acuerdo al Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) la superficie sembrada en Sinaloa se redujo en 333,828.52 hectáreas, dejando un total de 865,831.69 hectáreas sembradas.
Entre los cultivos más afectados destaca el maíz cuya superficie de siembra se redujo en un alrededor del 50 por ciento tan sólo del ciclo agrícola 2023 al 2024.
Sumando a esto los pocos apoyos que da el gobierno están perdiendo la confianza de los productores debido a la tardanza en los pagos del esquema de comercialización del ciclo agrícola 2023-2024.
Otro factor que ha dificultado el desarrollo de la actividad agrícola en Sinaloa es la disminución en la llegada de trabajadores al campo, quienes suelen llegar de otros Estados y se han visto ahuyentados por la crisis de inseguridad que enfrenta Sinaloa.