Contrario a lo que pasa en el municipio vecino de Mazatlán, la temporada de verano para Culiacán es complicada, ya que la actividad económica cae severamente durante los meses de vacaciones.
Desde hace semanas líderes empresariales advertían que la crisis económica que ha enfrentado Culiacán se aseverará durante los siguientes meses.
En el sector hotelero el desplome es abismal, ya que Culiacán no es un destino atractivo para vacaciones, no sólo por la violencia sino porque históricamente se ha posicionado como un destino de turismo de negocios.
Por su parte el sector restaurantero menciona que debido a que muchas personas dejan la ciudad durante las vacaciones la actividad en los restaurantes cae drásticamente, sin embargo este año han optado por fomentar el turismo local y realizar acciones que incentiven a la ciudadanía a salir a los restaurantes.
En el comercio se han visto ya los estragos de la crisis económica; de acuerdo a la Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC) las ventas han disminuido hasta en un 80 por ciento durante las últimas semanas y se estima que aumenten de manera superficial sólo hasta el regreso a clases.
Cabe mencionar que incluso la dirección de turismo de Culiacán ha mencionado que el turismo en la ciudad no aumentará más de un 10 por ciento durante las próximas semanas.
Estas cifras se ven además respaldadas por la percepción de inseguridad en los pobladores, ya que más del 90 por ciento de los ciudadanos de Culiacán se sienten inseguros.