La disminución de menores en situación de calle en los últimos 20 años no significa que el problema esté resuelto. Por el contrario, persisten factores como la pobreza, la inseguridad y la falta de acceso a oportunidades que continúan colocando a miles de niñas y niños en condiciones de alto riesgo, señaló Roberto Valdés Prado, presidente del Patronato del Instituto de Protección a Niños de la Calle (Ipinac) IAP.
Aunque ya no es tan común ver a menores viviendo o trabajando en las calles, especialmente en comparación con décadas pasadas, Valdés advirtió que hay una gran cantidad de infancias vulnerables que podrían terminar en esa situación ante la falta de apoyos efectivos por parte de las instituciones.
Resaltó que en el contexto de violencia que se vive actualmente en Sinaloa, Valdés Prado señaló que se ha generado un entorno propicio para que más niños sean empujados a la calle o incluso reclutados por grupos delictivos.
Frente a este panorama, subrayó la necesidad de reforzar la educación y la intervención comunitaria como herramientas clave para prevenir el abandono infantil, mediante apoyos escolares, actividades formativas y acompañamiento social enfocado en niñas, niños y adolescentes en riesgo.
Finalmente, Erika Castro Lizárraga, directora operativa del Instituto de Protección a Niños de la Calle, resaltó que en esta coyuntura la IPINAC trabaja enfocada en la zona sur, donde aunque no se registran datos de niños trabajando en la calle, sí hay deserción escolar, bajo nivel académico y un aumento de la pobreza en esa región.